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Montevideo, 2 sep (EFE).- La ONG América Solidaria, que persigue la integración del continente a través de la participación voluntaria de jóvenes profesionales en proyectos sociales de toda Latinoamérica y el Caribe, realizó hoy en Montevideo el lanzamiento oficial de sus actividades en Uruguay.
La organización, fundada en Chile en 2002, está presente en 13 países y beneficia a más de 33.000 personas por año a través de unos 200 proyectos en contextos desfavorables en los que participan activamente unos 500 profesionales voluntarios que desarrollan su trabajo durante una estancia de duración variable en otro país del continente.
En el lanzamiento estuvo presente el expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015), quien destacó el rol de la solidaridad y de la acción voluntaria en el contexto actual en el que las sociedades «no necesariamente» practican de manera más intensa este valor, sino que más bien sucede lo «contrario».
«Si estamos rodeados de egoísmo por todas partes vamos a formar en términos generales muchachos y gente egoísta. Si tenemos una práctica abierta y de relación solidaria vamos a tender a formar gente de otra forma», añadió Mujica.
El presidente de América Solidaria Internacional, Benito Baranda, hizo énfasis en el involucramiento de los jóvenes para experimentar de primera mano ciertas realidades del continente que no van a conocer «intelectualmente o abstractamente».
«Cuando conocen esos lugares de los países vecinos comienzan a cambiar su visión del otro. Es la única manera de sostener nuestras democracias. Si no, van a llegar populistas o dictadores que nos van a arruinar ese trabajo colectivo que queremos llevar adelante», expresó este activista social chileno.
Asimismo, el presidente de la ONG resaltó la «empatía» y la necesidad de impulsar iniciativas de solidaridad en un momento en el que «se exacerbó tanto la libertad individual» que se perdió «la búsqueda de lo colectivo y la seguridad colectiva de la cohesión».
«Nosotros queremos cargar la balanza un poco para el otro lado. Si no trabajamos por lo colectivo va a ser muy difícil», sentenció el chileno al respecto de esta situación.
Tanto Mujica como Baranda se refirieron al papel del voluntariado y el activismo social para llegar a actuar en lugares a los que el Estado o la economía no llega.
«El Estado en muchas acciones tiene dificultad para poder llegar o tiene prácticas que se han anquilosado y debemos renovarlas. También en el mundo económico y empresarial hay personas que se han encerrado en su propio egoísmo y tenemos que ir destruyendo esas barreras para que se vinculen con la realidad», acotó Baranda.
Para Mujica, la actividad privada y voluntaria «es una manera directa no de coartar lo que tiene que hacer el Estado, sino de facilitarlo», por ejemplo en la enseñanza, donde valoró que puede ayudar al poder estatal a resolver «problemas materiales».
En ese mismo sentido, Enrique Iglesias, extitular de la Secretaría General Iberoamericana (2005-2014), dijo que existen vacíos que «son muy difíciles de llenar desde la acción pública», por lo que consideró «importante» el compromiso de la sociedad civil.
La sección uruguaya de América Solidaria inició su camino en 2012 y actualmente cuenta con voluntarios de Chile y Perú que trabajan en un proyecto educativo en el extrarradio de Montevideo, mientras que los uruguayos realizan su voluntariado en iniciativas en Chile, Colombia, Ecuador y Haití.