Miami (EE.UU.), 23 ago (EFE).- La Orquesta Nacional Juvenil de Uruguay alista con «mucha expectativa» la gira que realizará a partir de septiembre en ciudades de Estados Unidos y México, en la que tocará sobre escenarios «soñados» por sus integrantes desde hace tiempo, según afirmó a Efe su director y fundador, Ariel Britos.
Integrada por casi 130 músicos entre 15 y 25 años, la orquesta arribará a Norteamérica con una delegación de 80 jóvenes ejecutantes, quienes desplegarán un repertorio «netamente americano», según detalló Britos en conversación telefónica desde Montevideo.
Los músicos iniciarán su gira «Viva!» el 23 de septiembre en Washington, en donde tocará en el Kennedy Center y un día después en el Salón de las Américas de la OEA, para luego volar a Atlanta (Georgia), ciudad en la que tienen programada cuatro fechas.
El tramo mexicano comenzará el 1 de octubre en el Teatro Metro de Tampico, en Tamaulipas, estado en el que permanecerán un día más para actuar en Ciudad Victoria, tras lo cual se desplazarán al Teatro Esperanza Iris de Ciudad de México en el que tienen una actuación el 4 de ese mes.
La gira concluirá en el New World Center de la ciudad de Miami (Florida), en donde, como en el resto de presentaciones, ofrecerá un programa con reminiscencias de los sonidos tradicionales de América del Sur, en especial de la zona del Río de la Plata.
La banda, adscrita a la orquesta sinfónica del Sodre de Uruguay, ha pasado de unos inicios marcados por un perfil «musical-social» al perfeccionamiento artístico de los integrantes, muchos de ellos con un «nivel técnico muy alto», según reveló Britos.
La dirección realiza cada año audiciones para captar nuevos integrantes, los cuales gozan de una beca económica, un factor que propicia que la orquesta sea heterogénea, con miembros provenientes de todos los estratos sociales y de diferentes regiones del país.
«Hemos visto muchas transformaciones y cambios de vida», afirmó el director, quien destacó que a lo largo de los cuatro años de existencia de esta orquesta se han acumulado las historias «sobre cómo ha afectado positivamente en la vida de los jóvenes».
Resaltó además los «valores de vida» que los músicos adquieren al participar en una orquesta sinfónica, dado que «un músico, por definición, tiene la necesidad y la obligación de concertar con otros para poder armonizar».
Desde su perspectiva, es un «mito» que las nuevas generaciones se interesen poco o nada por la música de conservatorio y, en el caso de esta orquesta juvenil, explica que no han tenido «ningún tipo de dificultad en involucrar a niños y jóvenes en la música sinfónica».
A diferencia de la «vieja escuela», los jóvenes integrantes de esta orquesta tienen contacto con el instrumento desde el primer día y después de la práctica abordan la parte teórica «como una necesidad» para ampliar sus conocimientos, reveló.
«Hay una gran necesidad en Uruguay, una gran demanda del estudio de la música», afirmó el director y también fundador del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Uruguay, desde donde surgió esta iniciativa.
La Orquesta Juvenil del Sodre efectuó el año pasado su primera gira europea, que incluyó escenarios de España, Francia y Alemania y con motivo de ese recorrido, el entonces presidente de Uruguay, José Mujica, señaló que la orquesta era «mensajera», a través de expresiones como el tango o el candombe, de la «cultura» y el «sentir» del país.