Montevideo, 5 ago (EFE).- La mayor central sindical de Uruguay, el PIT-CNT, espera que en torno a un millón de personas se adhieran al paro general convocado para este jueves con reivindicaciones que van desde mejoras salariales hasta una mayor inversión pública.
Con el lema de «Cuando a los trabajadores nos va bien. Al país le va bien», esta huelga es la primera de un día que debe afrontar el presidente Tabaré Vázquez apenas cinco meses después de asumir su segundo mandato (2015-2020).
«Algunos pronostican malos tiempos en nuestra economía (…) Los trabajadores sabemos que no es con ajustes, recortes salariales, menos salud, menos educación y menos obra pública que se evitan rayos y centellas. Lo sabemos. Porque siempre pagamos el costo de todas las crisis», reza la propaganda oficial del paro.
«Por eso, los malos vientos no van a torcer la voluntad de cambio de los uruguayos», continúa el anuncio.
La economía de Uruguay, como otras de América Latina, está en un proceso de desaceleración. El año pasado creció un 3,5 %, frente al 5,1 % de 2013, y para este año se espera un 2,6 %, de acuerdo con las previsiones de la Cepal.
El 31 de agosto se agota el plazo para que el Gobierno remita al Parlamento el proyecto de Presupuesto Nacional para los próximos cinco años y además, trabajadores, Ejecutivo y empresarios se hallan en pleno marco de convocatorias a la ronda del Consejo de Salarios.
Los sindicalistas reivindican sobre todo más inversión pública, un mayor aumento de salarios y mejor redistribución de la riqueza, así como un presupuesto nacional más holgado, el 6 % del Producto Interior Bruto para la educación y que el país se retire de la negociación por el tratado internacional de liberalización de servicios TISA.
«Nosotros creemos que el país se va a parar en su totalidad y está claro que eso genera que el Gobierno tome en cuenta esta respuesta de los trabajadores», dijo hoy a Efe Gabriel Molina, portavoz del PIT-CNT.
El pasado 11 de junio cerca de 40.000 personas, según fuentes sindicales, se manifestaron durante un paro parcial de cuatro horas convocado también por la central sindical, históricamente vinculada al Frente Amplio, la coalición de izquierda que gobierna en Uruguay desde 2005.
Tras el paro de mañana, durante el cual no hay convocadas manifestaciones, está previsto que el sector de la salud pare todo el viernes, con servicios mínimos, y que el de la educación pare varios días de agosto.
La central obrera espera que en torno al millón de personas, más del número total de afiliados al movimiento sindical, se adhieran este jueves a la huelga, que, según dice, «no es contra nadie y es a favor de todos».
En cuanto a los principales sectores afectados, si bien alguna compañía ofrecerá servicios mínimos, los autobuses urbanos y suburbanos comenzarán a mermar en la tarde de hoy, y los taxis se adherirán al paro desde la medianoche, aunque se prevé que algunos cubran emergencias durante la huelga.
Consultadas por Efe, fuentes del principal aeropuerto del país, el de Montevideo, dijeron que algún vuelo puede sufrir «algún tipo de demora» por la adhesión de personal en departamentos como migraciones, pero se descartan cancelaciones, ya que «generalmente», afirmaron, los paros «no afectan» a este sector.