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Discurso de Gabriel Boric
Montevideo, 1 jun (EFE).- Tabaré Vázquez, el reputado oncólogo que en 2004 se convirtió en el primer mandatario de izquierdas del Uruguay, será de nuevo el candidato de la coalición Frente Amplio (FA) a la presidencia del país, donde parte como gran favorito para un segundo mandato en las elecciones del próximo octubre.
Vázquez (Montevideo, 1940) logró la nominación de su grupo político con una abrumadora mayoría de los votos en las primarias, y confirmó así una sospecha que tanto ciudadanos de a pie como analistas, periodistas y politólogos mantenían desde que entregó la banda presidencial a José Mujica en 2010: que volvería a liderar el FA en unas elecciones.
El ex presidente retornó formalmente al ruedo político en 2013 tras dejar la primera magistratura del Uruguay con una popularidad del 80 %, una cifra sin precedentes desde que existen estudios estadísticos.
Vázquez no pudo presentarse entonces a una reelección inmediata debido a la prohibición expresa de la Constitución uruguaya a los mandatos consecutivos y dedicó sus primeros meses fuera de la presidencia a descansar y a trabajar en una de sus obsesiones personales, la lucha contra el cáncer y el tabaquismo.
En 2011, tras unas polémicas declaraciones sobre la relación de Uruguay con Argentina bajo su mandato, en las que reconoció haber pedido ayuda a EE.UU por si el conflicto que mantenía con Buenos Aires por la instalación de una planta papelera en la frontera común iba a mayores, Vázquez decidió llamarse a silencio y desaparecer de la vida política.
Sin embargo, nadie creyó este retiro y pronto sus compañeros del FA comenzaron a postularlo como candidato «natural» para sustituir a Mujica al frente del país.
Así, en agosto de 2013 confirmó que volvería al ruedo político, y en noviembre de 2013 el Congreso de la agrupación lo postuló formalmente como candidato a la presidencia en las internas, en donde se midió a Constanza Moreira, una politóloga muy crítica con su gestión presidencial, particularmente por haber usado el veto presidencial para evitar la legalización del aborto en 2006.
Con un amplio margen de ventaja a su favor, Vázquez se limitó a dar contados mítines y a evitar cualquier tipo de confrontación con su compañera de filas, seguro del tirón que los éxitos de sus pasadas gestiones tiene entre el electorado y en un partido que lo ve como único garante de una victoria en las próximas elecciones.
Cuarto hijo de un obrero de la empresa estatal de petróleo (ANCAP) y de una ama de casa, Vázquez fue el primer médico salido del humilde barrio montevideano de la Teja, está casado hace 50 años con María Auxiliadora Delgado y tiene cuatro hijos, uno de ellos adoptado.
Catedrático en Oncología Radioterápica, creó un centro terapéutico especializado en el que sigue trabajando y en la Teja fundó una policlínica y un comedor social que funcionan hasta hoy.
Fanático del fútbol, fue presidente del club Progreso y logró que el equipo pasase de tercera división a campeón nacional en 1989.
Este hecho le valió la fama de buen gerente y le abrió el camino para su postulación como intendente (alcalde) de Montevideo, cargo que ocupó de 1989 a 1995, y que le convirtió en el primer intendente de izquierda de la capital, que reúne a más de la mitad de los 3,2 millones de uruguayos.
Vázquez fue candidato presidencial en 1994 y en 1999, donde fue el candidato más votado pero en donde no alcanzó la presidencia debido a la alianza entre los partidos Nacional y Colorado.
Con un perfil más reservado, cauto y concienzudo que el actual presidente José Mujica, sus mayores críticos lo acusan de ser intransigente y personalista.