viernes, 11 de julio de 2014
Uruguay, antes de pagar pase por el Banco
Punta del Este, foco en permanente desarrollo inmobiliario

Punta del Este, foco en permanente desarrollo inmobiliario

Por Stella MONTORO, para SudAméricaHoy (SAH)

Las costumbres cambian pero algunas únicamente lo hacen por la fuerza de la ley. La tradición uruguaya –extensible a Argentina- de pagar con fajos de billetes la compra de un apartamento o una casa, pasará a formar parte del pasado el próximo año. A partir de junio del 2015 la totalidad de las operaciones inmobiliarias -incluidos los alquileres- deberán hacer escala en por el circuito bancario.

Se acabó eso de reservar un salón en un banco o escribanía y empezar a buscar ladrillos de dólares en bolsillos ocultos de la ropa. La Ley de Inclusión financiera o Ley de Bancarización que impulsa el Gobierno de José Mujica, ordena que las compras inmobiliarias superiores a 5.100 dólares (todas salvo excepción) se concreten mediante pagos electrónicos, cheques certificados cruzados o letras de cambio a nombre del comprador.

Los notarios, de acuerdo a la mencionada ley, no podrán escriturar sin especificar el medio de pago usado y éste deberá quedar reflejado en todos las operaciones.

Carlos Perera, presidente de la Cámara

Carlos Perera, presidente de la Cámara

El alcanza de la ley va más lejos al introducir cambios en el funcionamiento de pagos de todo el sistema financieros aunque el más llamativo es el del sector inmobiliario. Por eso, la Cámara de Comercio y Servicios alzó la voz. “Nos queda poca duda de que esto no sea inconstitucional. Estamos analizando fuertemente la posibilidad de presentar algún recurso”, advirtió Carlos Perera, presidente de la entidad. Según el abogado de la Cámara, Juan Mailhos, “la gente tiene que poder hacer lo que quiere con su dinero sin que el Estado se inmiscuya en la intimidad de las personas” como, asegura, intenta la ley.

La opinión de la gente de la Cámara no es desdeñable ya que representa el 60 por ciento del PIB, al 85 de las pequeñas y medianas empresas y al 60 de los puestos de trabajo. El desarrollo de la norma, sin previa consulta, parece que es lo que más ampollas ha levantado. Pero, las heridas, se abren a un lado y otro del río de la Plata ya que los argentinos son los mejores clientes extranjeros en Uruguay y «el blanqueo» de sus fondos en el país vecino no es una noticia que les llene de alegría. Habrá qué ver como sigue la historia.