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Discurso de Gabriel Boric
Montevideo, 22 oct (EFE).- La empresa estatal de combustibles de Uruguay, Ancap, informó hoy que rebajará a partir del viernes un 2,3 % en promedio el precio de los combustibles en el país, por lo que la nafta (gasolina) súper, la de mayor consumo nacional, quedará en 42,50 pesos uruguayos (unos 1,44 dólares) el litro.
La última variación de precios había tenido lugar el pasado julio, en la que Ancap aumentó en un 6 % de media el costo de los combustibles en el país.
Con los cambios anunciados hoy, el valor de la nafta súper descenderá un 2,3 %, mientras que la premium lo hará un 2,2 % y pasará a costar 44,10 pesos (unos 1,49 dólares) el litro.
Por su parte, el gasoil común y el especial bajarán un 2,3 % y 2,4 %, respectivamente, y quedarán en los 38,70 pesos (unos 1,31 dólares) y 49,20 pesos (unos 1,67 dólares).
Tanto el queroseno como el fuel oil pesado verán también reducir su precio en un 2,3 %, mientras que el valor del kilo de supergas no variará.
«Es posible hacer una rebaja en esos valores teniendo en cuenta que hay una caída en el precio internacional del petróleo y a pesar de que el tipo de cambio no nos favorece porque ha aumentado bastante», manifestó a Efe el director del ente Juan Gómez.
La compañía presentó un informe con la propuesta de la reducción de precio al Ministerio de Industria y Energía del país, que lo respaldó y elevó a la cartera de Economía, que el miércoles otorgó su aval para que hoy Ancap haya podido tomar la decisión final.
Este ente, que tiene el monopolio para el refinado y la distribución de los combustibles en el país, cerró el ejercicio de 2014 con 323 millones de dólares de pérdidas, que se unen a los 170 millones de dólares del año anterior.
Ante esta situación, el opositor Partido Nacional impulsó la creación de una comisión para investigar la gestión del ente, algo que el pasado agosto aprobó la Cámara de Senadores de Uruguay con el fin de determinar si existieron irregularidades en la gestión de Ancap en el periodo entre 2000 y 2015.
Los combustibles uruguayos, considerados entre los más caros en América Latina, tienen una fuerte carga impositiva.
Uruguay importa la totalidad del petróleo que consume y desde hace varios años las autoridades impulsan el uso de energías alternativas como la eólica y la solar.