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Discurso de Gabriel Boric
El diario argentino Infobae publica esta información que reproducimos a coninuación por su interés.
El alarmante éxodo de venezolanos se configura como el mayor movimiento migratorio en la historia de América, indicó en los últimos días Stephane Dujarric, portavoz del Secretario General de las Naciones Unidos, António Guterres. Mientras la población sigue sufriendo la peor crisis jamás vista en el país y, al mismo tiempo, el chavismo se aferra al poder, crece la preocupación en la comunidad internacional.
Cada vez es mayor la ola migratoria y los países receptores empiezan a sufrir las consecuencias, pese a los grandes esfuerzos realizados.
Hasta agosto de este año, fueron 3.029.240 los venezolanos que decidieron huir de la crisis para buscar un mejor futuro en otras tierras. Colombia, que cuenta con una extensa frontera con Venezuela, es el país que más migrantes recibió (1.100.000), seguido por Perú (410.000) y Estados Unidos (390.000).
La lista de los diez más receptores la completan: Chile (240.000), España (230.000), Ecuador (180.000), Argentina (120.000), México (95.000), Panamá (80.000) y Brasil (59.000).
Crisis económica, desabastecimiento de alimentos y medicinas, la mayor inseguridad de la región, presencia de grupos criminales afines al régimen chavista, y un Gobierno que persigue y amedrenta a todo aquel que no se alinea a «la revolución». Esos son los principales factores por lo que millones de venezolanos deciden dejar todo atrás para migrar.
Desde el año pasado, mes a mes la corriente migratoria fue creciendo progresivamente y, aunque ya es de las mayores de la historia, todavía no se ha detenido. En ese sentido, la ONU adelantó que creará un equipo para atender la crisis.
Ese equipo, que respaldará principalmente a Colombia, incluirá expertos de su agencia de refugiados y de la Organización Internacional para las Migraciones, entre otras dependencias del organismo.
El gobierno de Iván Duque, que en las últimas semanas solicitó la colaboración de los países vecinos y de los diferentes organismos internacionales, estudiará declarar la emergencia en la frontera por el éxodo de venezolanos.
«Vamos a estudiar en el Consejo de Ministros que se declare la emergencia económica y social en La Guajira», manifestó el canciller Carlos Holmes Trujillo.
«Nosotros los hemos acogido con fraternidad, pero necesitamos que este esfuerzo no sea sólo de Colombia (…) Entre varios países de América Latina podemos atender esta situación con una política concertada», señaló este domingo Duque, en un claro pedido de apoyo por parte de los países de la región.
Perú, por su parte, flexibilizó las nuevas normas para los migrantes venezolanos, que entraron en vigor el pasado sábado 25 de agosto. Esa medida permite el ingreso sin pasaporte de mujeres embarazadas, ancianos y niños que vienen a reunirse con sus padres, informó el gobierno.
«Se ha dispuesto por razones humanitarias admitir la presentación de la cédula de identidad a los ciudadanos venezolanos en los casos específicos de mujeres gestantes, menores de edad para reunirse con sus padres y adultos mayores de más de 70 años», indicó el Ejecutivo en un comunicado.
Esta flexibilización fue anunciada casi 24 horas después de que entrara en vigor la exigencia de presentar el pasaporte a los miles de venezolanos que llegan por el paso fronterizo de Tumbes procedentes del vecino Ecuador, tras cruzar Colombia.
En Brasil, en tanto, se registraron algunos incidentes en los últimos días que llevaron a las autoridades a revisar más en profundidad las políticas migratorias.
El domingo 19 de agosto un grupo de residentes de la ciudad brasileña de Pacaraima, en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, atacó a inmigrantes venezolanos. Tras lo sucedido, cayó el flujo migratorio.
En promedio, por día, unas 500 personas cruzan el paso fronterizo. Frente a este panorama, el gobierno de Michel Temer reveló que estudia restringir la entrada de inmigrantes para poder mejorar la atención que se les ofrece.
En ese sentido, el mandatario indicó que posiblemente se establezca un cupo diario. Es decir, «distribuir turnos para que entren por día unas 100, 150 o 200 personas y organizar un poco más esas entradas».
«Actualmente entran entre 700 y 800 venezolanos por día y eso está creando problemas en la vacunación, en la organización», agregó.
Ecuador es otro de los países que recibe una gran cantidad de venezolanos. La Secretaría Nacional de Comunicación (Secom) informó que más de 640 mil migrantes ingresaron al país en lo que va de 2018, mientras que 115.690 aún permanecen.
El canciller ecuatoriano, José Valencia, consideró, al igual que la mayoría de sus pares regionales, que este fenómeno migratorio requiere una respuesta conjunta entre los países de América Latina. Por eso convocó a una reunión de autoridades de la zona andina para el 3 y 4 de septiembre, en Quito.
Ecuador ha dado prioridad al ordenamiento, regulación, protección y control migratorio, como establece la Ley de Movilidad Humana que busca una efectiva identificación de cada ciudadano extranjero que ingrese en el territorio nacional para proteger sus derechos, así como de la comunidad de acogida, subrayaron las autoridades la semana pasada.
Esos tres países andinos, Colombia, Ecuador y Perú, ratificaron el pasado miércoles su compromiso con los derechos humanos de los migrantes venezolanos. «Los estados miembros de la CAN ratifican su compromiso de respeto de los derechos humanos de los migrantes, en especial de los ciudadanos venezolanos, en el marco de las convenciones internacionales, la normativa comunitaria y su normativa interna», indica un comunicado del grupo que sin embargo no menciona la adhesión de Bolivia, también miembro de la CAN.
«Teniendo en consideración el carácter humanitario de esta crisis migratoria se reafirman en el respeto a la legalidad y el cumplimiento de las normas migratorias que los rigen», añadió el texto emitida tras la reunión del Comité Andino de Autoridades de Migración (CAAM) realizada en Lima.
Mientras millones de venezolanos abandonan el país por la grave escasez de alimentos y medicinas, el régimen chavista no sólo continúa negando la existencia de una crisis humanitaria sino que también se burla de sus compatriotas que huyen de la hambruna.
«Los bajan de los autobuses por Colombia, por Perú, y les toman la foto, y hacen una super producción tipo Hollywood (…). Es una campaña contra nuestro país», apuntó la semana pasada Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) chavista.
Un mes atrás el número dos del chavismo había brindado una insólita explicación al éxodo migratorio de venezolanos: «El 90% son colombianos o hijos de colombianos».