miércoles, 6 de noviembre de 2013
Capriles y el Papa, en medio de la campaña

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Por Pablo BIFFI, para SudAmericaHoy (SAH)

Durante toda la semana, el chavismo trató por todos los medios de cuestionar la visita del líder opositor, Henrique Capriles, al Vaticano para un encuentro privado con el Papa, pero cuidándose bien de no criticar a Francisco, un Pontífice que goza de amplias simpatías en Venezuela, sobre todo en los sectores más castigados y, también, base social del oficialismo.  Con todo, nada pudieron hacer para evitar que el Papa Francisco y el líder opositor venezolano Henrique Capriles abordaran durante el encuentro que sostuvieron en el Vaticano la posibilidad de que la Iglesia sea promotora de un proceso de diálogo en Venezuela.

Hábil y político como pocos, para el Papa no habrá pasado desapercibido que en un mes habrá elecciones municipales en Venezuela, en las cuales la presidencia de Nicolás Maduro deberá afrontar un verdadero referéndum sobre su gestión, plagada de recurrencias místicas, alabanzas a Hugo Chávez y denuncias de «golpismo económico» contra la «derecha», pero básicamente sacudida por una cada vez más profunda crisis social y económica que se manifiesta, por ejemplo, en la cada vez más acuciante falta de productos de primera necesidad o la escasez de dólares para importar alimentos.

«Yo sí creo en la capacidad y poder de convocatoria de la Iglesia y hemos venido a pedir que sea la promotora del diálogo en Venezuela. Tienen con qué hacerlo, la autoridad moral para hacerlo. Tienen la capacidad para llamar a todos», dijo Capriles a los periodistas tras ser recibido en audiencia privada por el pontífice. Capriles señaló que el papa escuchó su propuesta y abogó por el «diálogo», toda vez que cree que a través de la Conferencia Episcopal de Venezuela y del cardenal Jorge Urosa Savino se puede establecer una comunicación para ver cómo esa petición puede materializarse.

«Si me piden que les resuma en una palabra el encuentro con su santidad, la palabra del Papa fue diálogo«, manifestó Capriles, que insistió en el rol que puede desempeñar la Iglesia «en esa promoción» de entendimiento.

El líder opositor venezolano señaló que pidió al papa que la Iglesia interceda «para que nadie esté preso, que no existan presos de conciencia, presos por pensar de una forma» determinada. Capriles aseguró que Francisco «está en conocimiento» de la situación que atraviesa Venezuela que, según destacó el político opositor, «es la más compleja de toda América Latina». Y recalcó que el nuevo secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, quien antes de ocupar este cargo fue nuncio de Venezuela, conoce «muy bien la realidad venezolana» y podrá «ayudar mucho en esa promoción del diálogo».

«Si la Iglesia convoca un diálogo cuando sea, el día que sea. Nosotros estaremos allí», aseveró el líder opositor, quien señaló que esta institución «tiene el poder de convocatoria para promover un diálogo honesto sobre la base de la verdad en Venezuela».

«Por mi país estoy dispuesto a conversar con quien sea y por encontrar una salida democrática a Venezuela, constitucional y pacífica, también estoy dispuesto a conversar con quien sea», declaró. «Le dije a su santidad que yo no me acerco a la Iglesia cuando vienen elecciones o cuando me conviene. Soy creyente y tengo mis creencias en mi alma. Los presentes que le trajimos son porque los sentimos», manifestó en respuesta a las críticas de sus detractores que han tachado de oportunista su visita a poco mas de un mes de las elecciones municipales que se celebrarán en Venezuela.

El líder opositor venezolano y ex candidato presidencial pidió la audiencia el 29 de julio de este año y ese día manifestó a los periodistas que lo había hecho porque creía en el papel de la Iglesia Católica «como mediadora» frente a la situación de crisis política generada tras las elecciones del 14 de abril. Por otro lado, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, se reunió con el pontífice el pasado 17 de junio por espacio de 20 minutos en un encuentro en el que abordaron la situación política de Venezuela y otros temas de la agenda internacional.

El 8 de diciembre, oficialismo y oposición volverán a medir fuerzas, luego del ajustado triunfo de Maduro en las elecciones presidenciales de hace unos meses, cuando el actual jefe de Estado se impuso por apenas el 0,5% de diferencia sobre Capriles, quien denunció fraude.  Pero ese día no será uno más en el calendario de los venezolanos:  Maduro anunció el martes, al conmemorarse ocho meses de la muerte de su mentor político y predecesor, que todos los 8 de diciembre serán celebrados como «Día de la lealtad y el amor» al líder bolivariano. Todo eso ocurrirá, actos oficiales incluidos, mientras los venezolanos votan. Para entonces, el país ya estará viviendo la «Navidad temprana» de Venezuela inaugurada por Maduro el 2 de noviembre para dar al pueblo «la suprema felicidad social».