jueves, 28 de noviembre de 2013
La economía y Maduro, por Pablo BIFFI

Maduro firma

Por Pablo BIFFI, para SudAméricaHoy (SAH)

pablo Biffi

El fin de año no trae buenas noticias para el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. No se trata sólo de la suerte que pueda tener en las elecciones municipales del domingo. Se trata, más crudamente, de los datos que entrega la economía, cada vez más castigada por medidas compulsivas e insensatas, en un país que día a día gasta más dólares en importar alimentos y, como contrapartida, recibe menos billetes por sus exportaciones. Y, lo que es peor, por su gran fuente de ingreso, la venta de petróleo, también registra indicadores poco alentadores.

La radiografía publicada por el Banco Central de Venezuela esta semana desnuda a una economía que sufre dos problemas simultáneos, elevada inflación y mínimo crecimiento, una enfermedad que los técnicos denominan estanflación. En los tres primeros trimestres de 2013 el crecimiento acumulado es de 1,4% contra 5,6% en el mismo lapso de 2012. Si solo se observa el tercer trimestre el avance es de apenas 1,1% contra 5,5% del año pasado. Pero al mismo tiempo la velocidad con la que aumentan los precios se ha disparado y la inflación registra un salto de 49,4% entre septiembre de 2012 y septiembre de este año. Dato que, según estimaciones privadas, podría ser aún más elevado, pese al control de precios anunciado por Maduro.

Según explica Victor Salmerón en el diario El Universal, para tratar de mantener con vigor a la economía el gobierno de Maduro ha recurrido a una masiva inyección de bolívares provenientes de la emisión de dinero en el Banco Central y al endeudamiento. Pero si bien ha logrado estimular al consumo, la oferta no responde adecuadamente y por lo tanto, el principal resultado es inflación. “Entre septiembre de 2012 y septiembre de este año la liquidez aumentó 64%, esto hace que suba la demanda, pero si no hay una expansión de los bienes en los términos adecuados, más que crecimiento lo que se obtiene es inflación. Eso es lo que sucede”, dice el economista José Guerra.

Sectores clave para la creación de empleo además sufren una severa contracción de la producción, al contrastar el tercer trimestre con el mismo lapso de 2012. La industria cae 0,3%, construcción 3,2%, transporte y almacenamiento 4,7% y la minería se desploma 20,7%.

En crecimiento se mantienen las áreas de comunicaciones con un avance de 6,8%, las instituciones financieras y seguros registran un salto de 19,5% y servicios del Gobierno 2,7%. En total el ala privada de la economía avanza 1,1% y el sector público 2,6%.

«El pobre desempeño de la manufactura deriva en que las exportaciones no asociadas al petróleo tan solo se ubiquen en el tercer trimestre en 775 millones de dólares, el nivel más bajo en los últimos 16 años”, explica SalmerónY en Venezuela, la dependencia del petróleo es extrema. Las estadísticas demuestran que 96 de cada 100 dólares que ingresan al país provienen del barril.

Pese a que el precio del crudo se ha mantenido por encima de los 100 dólares, los ingresos petroleros descienden debido a que los volúmenes de crudo y derivados exportados son más bajos. La información del Banco Central de Venezuela señala que en el tercer trimestre del año las exportaciones petroleras alcanzaron los 21.400 millones de dólares, 4,4% menos que en el mismo período del pasado año, cuando sumaron 22.400 millones de dólares. Pero si se observa el resultado acumulado entre enero y septiembre de este año se tiene que la caída en las ventas externas de crudo fue más severa. En nueve meses las exportaciones fueron de 64.300 millones de dólares y se redujeron 7,7% con respecto a igual lapso del año pasado.

Hace dos semanas el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, reconoció que al mercado local se destinan 716.000 barriles diarios, 5% más que el pasado año, lo que reduce los volúmenes orientados a la exportación. A ello hay que añadir que Pdvsa tiene compromisos como el acuerdo de Petrocaribe y los pagos de un convenio con China, además del estancamiento que sigue mostrando la producción. Ese estancamiento ya se refleja en las estadísticas oficiales. La actividad petrolera en el tercer trimestre del año apenas creció 0,7%. 

A todo esto, hay que sumarle la escasez de alimentos y el desabastecimiento de productos de primera necesidad, algo constatable en la mayoría de los grandes supermercados de Venezuela y hasta en los Mercal, los mercados populares que supieron ser caballito de batalla del ex presidente Hugo Chávez. Pese a las intervenciones que Maduro ha ordenado en algunas tiendas, los productos siguen sin aparecer. Y eso es una mala noticia para el presidente, a pocos días de su primer gran test electoral en sus primeros seis meses de gobierno.