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Discurso de Gabriel Boric
Caracas, 4 sep (EFE).- La autoridad única de la zona fronteriza venezolana con Colombia por el estado Táchira, general Carlos Martínez, informó hoy de que el paso de los estudiantes afectados por el cierre de la frontera «se tiene que normalizar completamente a partir del día lunes» tras la apertura de un corredor humanitario.
Martínez indicó que la apertura del corredor que inició este viernes por orden del Gobierno del presidente Nicolás Maduro beneficia a los estudiantes del lado colombiano que viven o acuden a la escuela en Venezuela, así como a los residentes en territorio venezolano y que se educan en Colombia.
«Los estudiantes a partir del día de hoy pueden regresar a sus casas a fin de normalizar su situación», recordó Martínez en declaraciones recogidas por la emisora Unión Radio en referencia a los jóvenes que se quedaron del lado colombiano tras el cierre fronterizo.
El militar afirmó que el Gobierno venezolano está «tomando medidas» y «haciendo un estudio» porque hay «muchos estudiantes colombianos» que viajan al país, por lo que buscan «tener todos sus derechos garantizados».
Por su parte, el vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, informó a la emisora internacional Telesur, con sede en Caracas, de que «el corredor humanitario se abrirá en la mañana y la tarde, cuando 350 niños pasarán por el puente San Antonio del Táchira, con el fin de participar en su ciclo escolar».
El objetivo de esta «medida humanitaria» permitirá «garantizar el derecho a la educación, punto establecido en la constitución venezolana», añadió Arreaza.
Esta mañana al menos un centenar de estudiantes llegaron a la ciudad colombiana de Cúcuta para retomar las clases que tuvieron que interrumpir hace dos semanas por el cierre de la frontera.
La apertura de este corredor humanitario fue una de las condiciones planteadas ayer por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, para reunirse con su homólogo venezolano y discutir soluciones a la crisis fronteriza.
Las otras dos condiciones de Santos fueron que se permita a los más de 1.300 colombianos repatriados recuperar los enseres que dejaron en Venezuela, y que las autoridades de ese país «cumplan con los protocolos mínimos y no maltraten a los colombianos que van a ser deportados».
Maduro ordenó el 19 de agosto el cierre de los pasos de frontera del estado Táchira y la repatriación de colombianos en situación ilegal, tras el ataque a una patrulla militar por supuestos contrabandistas.
También, aseveró, tras recrudecer el contrabando hacia Colombia de alimentos y otros productos que se venden en Venezuela a precios subsidiados, pero que han desaparecido de los mercados formales para aparecer encarecidos en los informales.
El cierre involucró inicialmente alrededor de 100 de los 2.219 kilómetros de la frontera terrestre, pero fue ampliado luego a unos 160 kilómetros y las autoridades no descartan que próximamente involucre otros tramos.
Desde el cierre de la zona limítrofe, 1.381 colombianos han sido repatriados, según cifras de las autoridades migratorias colombianas.
Organismos de la ONU afirman que otros 10.000 colombianos han optado por abandonar Venezuela de forma voluntaria ante el miedo de correr la misma suerte.
Según el Gobierno de Maduro, en Venezuela hay cerca de seis millones y medio de colombianos que residen legalmente en su territorio, lo que equivale a un quinto de la población nacional.