EL VIDEO
Discurso de Gabriel Boric
Por Carmen DE CARLOS, para SudAméricaHoy
Las «detonaciones» correspondían a «varios artefactos voladores que contenían una carga explosiva que detonó en la tarima presidencial«. El atentado que denunció el Gobierno de Nicolás Maduro, del que resultó «completamente ileso» el presidente de Venezuela, provocó heridas en «siete efectivos». «Evidencia desesperación», denunció el Gobierno y en eso, no se equivocó. Venezuela no resiste más y comenzó a dar señales de que el objetivo, ahora, tiene forma de diana y se llama Nicolás Maduro. El heredero de Hugo Chávez en el Palacio de Miraflores fue oportunamente blindado por enormes escudos protectores de su guardia personal.Su imagen desapareció de inmediato del foco de las cámaras pero posteriormente se vería la de un efectivo con el rostro ensangrentado. Salvo sorpresa de que éste atentado no sea tal, cabría pensar que no será el último. Al menos, así lo anticipa el grupo «Soldados de franela» que supuestamente fue el autor de la bautizada «Operación Fénix». La acusación de Maduro a Juan Manuel Santos, de estar detrás de los drones con GPS averiado, que pretendía acabar con la vida del bolivariano, resulta tan ridícula como sospechosa. Declaraciones de esa naturaleza son las que desatan hipótesis de todo tipo y ponen en duda la veracidad de un ataque que, a la vista de los resultados, no fue o lo fue a medias.
El relator oficial cuenta lo sucedido.