miércoles, 12 de febrero de 2014
Astrid & Gastón emprende una nueva aventura con la Casa Moreyra

Carmen Jiménez
Lima, 12 feb (EFE).- Veinte años después de que Astrid & Gastón abriera sus puertas en un viejo caserón miraflorino, el mejor restaurante de Latinoamérica emprende una nueva aventura con una nueva sede, la Casa Moreyra, una hacienda donde convive tradición y modernidad.
Para el nuevo mundo de «Astrid y Gaston» se ha rescatado el carácter de hacienda de la Casa Moreyra, patrimonio histórico, en la que se ha hecho una inversión de 6 millones de dólares, la más grande jamás realizada en un restaurante en Perú, según Gastón Acurio.
En un encuentro con corresponsales extranjeros en Perú, Gastón Acurio resaltó que dentro de este espacio de tradición, de historia se va a hacer un «desafío de creatividad, de vanguardia, de modernidad».
Durante un recorrido por las instalaciones de la Casa Moreyra, Acurio explicó que consta de seis territorios, de los que tres son los espacios puramente gastronómicos: el restaurante Astrid & Gastón donde se servirá el menú degustación, la barra cuyo techo está cubierto de plantas de maracuyá y El Cielo, que acoge varios salones privados.
La Casa Moreyra, cuya inauguración está prevista para el próximo lunes con la asistencia de cocineros de todo el mundo entre ellos los españoles Ferran Adrià, Joan Roca, y Andoni Luis Aduriz, va a estar conducida por Diego Muñoz mientras que Acurio va a ser el anfitrión pero en una suerte de «jubilación temprana» y que toca dejar el camino a la siguiente generación.
Cada uno de los espacios gastronómicos contará con su propia cocina, que han sido diseñadas por el español Joaquín Casademont, y su propio equipo y serán abiertos al público a primeros de marzo.
La ópera prima con la que se va a iniciar esta nueva temporada de Astrid & Gastón, elegido como el mejor en la lista de Los 50 Mejores Restaurantes de América Latina, es el menú degustación denominado «Virú: un viaje por el Perú de hoy»
Este menú degustación es un viaje por los cinco entornos del Perú: Pacífico, Andes, Altiplano, Desierto y Amazonas, que refleja los sentimientos que vive hoy el Perú de fragilidad, travesura, espíritu aventurero, orgullo y humildad.
Según Acurio, la idea de denominarlo Virú, que era el nombre que se escuchaba en Panamá «en la época de Pizarro cuando se hablaba de un lugar hacia el sur, mágico, lleno de tesoros», es porque Perú hoy día «vuelve a ser libre y creador».
«Desde hace un tiempo hemos recuperado el orgullo por nuestra identidad, nos aceptamos como sociedad multicultural, revisamos con orgullo nuestro pasado y lo traemos al presente para utilizarlo en el futuro», resumió.
En los salones privados de «El Cielo», los clientes podrán pedir con antelación que el restaurante les diseñe un «viaje por toda la costa peruana» o un menú de cómo será la cocina peruana en el año 2050.
Otro de los territorios de la Casa Morerya es el Edén, una huerta jardín en forma de espiral que tendrá en el centro un árbol de la quina (que figura en el escudo nacional de Perú) al que solo podrán entrar niños de entre 5 y 7 años que todos los días tendrán clases de biodiversidad, y el taller donde se dirigirán todas las investigaciones.
Al otro costado de la Casa está el patio, de influencia morisca, que acogerá charlas, degustaciones y clases de cocinas dirigidas a adultos mayores.
Para el lanzamiento de la nueva sede de Astrid & Gastón, el próximo domingo también tendrá lugar en la Casa Moreyra un diálogo sobre los desafíos en la gastronomía que enfrenta Perú en los próximos años en el que participaran autoridades peruanas, cocineros de todo el mundo, estudiantes, pequeños agricultores y pescadores artesanales.
Para Gastón, esta nueva sede es el inicio de una nueva historia ya que después de que la gastronomía peruana haya colocado a Perú en el mapa del mundo ahora toca «ser protagonistas, inspiradores de ideas, eje central de gastronomía mundial».
Así, Acurio resaltó que no es extraño que en la lista de los 50 mejores restaurantes de América Latina, 7 de los 15 primeros estén en Lima y cuenten historias diferentes (del Amazonas, de la cocina del norte, de la cocina andina, la nikkei, las cevicherías..)
El objetivo de esta nueva etapa, según Acurio, es que las expectativas del público sean superadas con creces.