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Isadora Camargo
Sao Paulo, 25 abr (EFE).- El centro histórico de Sao Paulo, la mayor y más cosmopolita de las ciudades brasileñas, abrió hoy sus puertas a la culinaria de cinco países en un evento abierto en el que varios de los sabores típicos de Brasil, España, Portugal, México y Colombia llegaron a fusionarse en platos inéditos.
«El objetivo del evento es hacer un circuito de actividades culturales y reconocer la gastronomía como patrimonio cultural, ocupando los espacios urbanos que no son utilizados por la falta de infraestructura o seguridad», señaló a Efe Silvia Lamanna, organizadora de la segunda feria itinerante ‘Chef por Sampa’.
La feria también tiene por objetivo la «recuperación» del centro histórico de Sao Paulo, integrado por edificios centenarios que dieron origen a la metrópoli que es hoy el corazón financiero de Brasil.
Entre el Museo de la Lengua Portuguesa y el Centro Cultural de la Pinacoteca, ubicados en la famosa estación de trenes y metro Luz, una de las ‘postales’ de la capital paulista, las tiendas de cocina y los camiones tráiler recibieron este sábado unas 10.000 personas.
Cubiertos por mariscos, especias y verduras, la famosa paella a la marinera española fue preparada por un brasileño de ascendencia italiana, Estevan Imperato, quien destacó la importancia de la fusión y de la diversidad de cocinas.
«En un evento gastronómico de este tipo, donde los precios son más asequibles, las personas tienen la oportunidad de experimentar las culturas de muchos países, de los que a veces no sabemos», apuntó Imperato.
Ya en la tienda de su vecino ibérico, el famoso bacalao portugués conquistó también el paladar de los paulistanos y de otros visitantes, que probaron «el sabor del Tejo» con los «bolinhos» (croquetas) y los pasteles de «Belem».
«También hicimos una fusión del perro caliente portugués, donde mezclamos bacalao, camarones, especias y papas fritas en una exótica combinación», afirmó el responsable de la propuesta portuguesa, Carlos Rossi.
El olor producido por la combinación de aceite de palma de dendé y pimientos atrajo también a los visitantes, que hicieron largas filas para probar el ‘acarajé’ de la jefe de cocina brasileña Nilcéia Santos, que con buen humor e indumentaria del nororiental estado de Bahía, sirvió el sandwich más famoso de su región.
La típica masa frita hecha con fríjoles «de ojo negro», rellena de camarones bañados en leche de coco fue el principal aporte brasileño en la cita.
La costilla colombiana, con algunos ingredientes de condimentos brasileños, fue otra de las novedades de la feria, que ofreció platos con precios entre cinco y quince reales (entre unos 1,6 y cinco dólares).
«Vale la pena probar. Son muy buenas las costillas, con papas y salsa a un precio bueno para conocer otros sabores», destacó el boliviano José Mendoza, uno de los miles de visitantes de la feria.
Para la próxima edición de la feria, la chef brasileña Vivi Laurindo presentará unas inéditas hamburguesas que mezclan sabores de diversos orígenes y cuya preparación de carne y tempero se realiza en el mismo momento antes de ser servida.
«El secreto de las hamburguesas es la carne pura y sin condimentos que se prepara con lo que le gusta al cliente. Podemos mezclar la salsa de tomate con pimentón, tocino, cebolla crujiente, por ejemplo, más allá de vinagreta de manzana verde», explicó Laurindo.
La llamada «comida barata» de un menú internacional en espacios abiertos con tiendas y camiones tráiler como los de ‘Chef por Sampa’ y ‘Feria Latina’, ambos con varias ediciones en el año, muestran que la diversidad cultural y culinaria de Sao Paulo no se limita a los restaurantes de renombre y se aproxima más a todas las personas.