EL VIDEO
Discurso de Gabriel Boric
Por Carmen DE CARLOS, para SudAméricaHoy
Miguel Díaz Canel invocó la fuerza de los “revolucionarios comunistas” para sofocar el incendio cubano en las calles. Pero en Cuba, comunistas, comunistas, ya no debe quedar nadie salvo él y la cúpula militar que sí tiene comida en la mesa, ropa en el fondo del armario y vacunas diferentes a la Abdalá. Como predicaba en el desierto del desprecio popular, el dictador recurrió a los «boinas negras», oficialmente conocidas como Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR) con poder de fuego y de mucha sangre.
Lo que pase en Cuba estos días -ya veremos el desenlace- tiene una dimensión enorme. La cuna de los totalitarismos latinoamericanos empieza a descomponerse y al romperse -no será inmediato pero caerá- se producirá el inevitable efecto dominó.
Todo este desastre comunista, bolivariano, sandinistas y kirchnerista, abreva en el mito de la revolución cubana. El régimen logró sobrevivir, con los Castro, 60 años pero Díaz Canel no es Fidel y éste ya es menos que nada. Raúl tampoco es su hermano y está gagá pero además, el mundo es otro.
Lo mejor que le puede pasar a Latinoamérica es que la dictadura de la isla desaparezca o se transforme en algo parecido a una democracia. Con este primer paso en las calles, pensaría que se empieza un nuevo camino para Cuba y no se va a tardar otros 60 años en recorrerlo.